El impuesto de circulación, conocido formalmente como el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), es una tasa anual obligatoria que grava la titularidad de un vehículo a motor en España. Este impuesto, gestionado por los ayuntamientos, otorga a los vehículos el derecho a circular por las vías públicas.
La obligación recae sobre el titular del vehículo registrado en la Dirección General de Tráfico (DGT) a fecha de 1 de enero. La cuantía del impuesto varía según el municipio en el que el vehículo esté empadronado, así como por características como el peso, la potencia fiscal y las emisiones del vehículo.
El IVTM es esencial para garantizar el mantenimiento de la infraestructura vial y, en muchos casos, para incentivar el uso de vehículos más ecológicos mediante bonificaciones o exenciones.
Diferencias clave entre el impuesto de circulación y el de matriculación
A menudo confundidos, estos impuestos tienen objetivos y características distintas.
- El impuesto de matriculación se paga una única vez al registrar un vehículo nuevo o importado por primera vez en España. Su cuantía depende de las emisiones contaminantes del coche: cuanto mayores sean, mayor será el gravamen.
- El impuesto de circulación, en cambio, es anual y aplica a cualquier vehículo en uso, permitiendo su circulación legal en vías públicas.
Por ejemplo, las familias numerosas pueden acceder a una bonificación del 50% en el impuesto de matriculación, mientras que los vehículos históricos están completamente exentos del impuesto de circulación.
Casos en los que un coche deja de pagar el impuesto de circulación
Existen situaciones concretas en las que un vehículo puede estar exento de este tributo:
- Personas con movilidad reducida: Los vehículos de su propiedad quedan exentos si cumplen ciertos requisitos, como no haber transmitido otro vehículo con esta ventaja en los últimos cuatro años.
- Vehículos históricos: Considerados históricos aquellos con más de 30 años de antigüedad, sin modificaciones significativas en su estructura ni mecánica. Este caso es especialmente relevante para propietarios de coches clásicos.
- Uso agrícola: Vehículos dedicados a tareas agrícolas o ganaderas también están exentos, siempre que se justifique su uso mediante una cartilla agrícola.
Tu experiencia personal destaca aquí: vehículos históricos, además de ser un ícono cultural, tienen regulaciones estrictas que garantizan su conservación en estado original.
Requisitos para obtener la exención del impuesto de circulación
El proceso de exención depende de la categoría:
- Movilidad reducida: Presentar un certificado de discapacidad y documentación del vehículo en el ayuntamiento correspondiente.
- Vehículos históricos: Solicitar la clasificación oficial como histórico mediante una inspección técnica y registro en el Inventario General de Bienes Muebles del Patrimonio Histórico Español.
- Uso agrícola: Proporcionar la cartilla agrícola junto con los datos del vehículo en la oficina tributaria local.
El trámite varía según el municipio, pero suele incluir formularios específicos y pruebas documentales.
Implicaciones de no pagar el impuesto de circulación: sanciones y soluciones
El impago del IVTM puede traer consecuencias graves:
- Sanciones económicas: Multas que oscilan entre el 20% y el 50% del importe del impuesto adeudado.
- Inmovilización del vehículo: La DGT puede incluir el vehículo en el registro de deudas, lo que imposibilita su transferencia o baja.
- Intereses de demora: Si el pago se retrasa demasiado, se suman intereses al importe inicial.
Regularizar la situación implica acudir al ayuntamiento para abonar la deuda acumulada y solicitar una prórroga si es necesario.
Bonificaciones y ayudas disponibles en el impuesto de matriculación y circulación
- Familias numerosas: Bonificación del 50% en el impuesto de matriculación, aplicable a vehículos familiares.
- Vehículos profesionales: Exención total para taxis, coches de autoescuela, autobuses y maquinaria agrícola.
- Ecológicos: Muchos municipios ofrecen reducciones significativas o exenciones para vehículos eléctricos o de bajas emisiones.
Normativas locales: cómo varían los impuestos según el municipio
Cada ayuntamiento establece las tarifas y bonificaciones del IVTM. En municipios más grandes, como Madrid o Barcelona, los costos suelen ser más altos, mientras que en localidades pequeñas pueden existir descuentos significativos.
Por ejemplo, en algunos municipios, los vehículos eléctricos no pagan el impuesto de circulación, mientras que otros eximen también a híbridos enchufables. Esto genera variabilidad, incentivando la consulta con la oficina local para aprovechar posibles bonificaciones.
Conclusión
Conocer los impuestos vehiculares es clave para evitar sanciones y aprovechar las ventajas disponibles. Tanto el impuesto de circulación como el de matriculación están diseñados para incentivar prácticas sostenibles y garantizar el correcto mantenimiento vial.
Si tienes un vehículo histórico, agrícola o perteneces a alguno de los colectivos exentos, el trámite puede parecer complejo, pero con la información adecuada y una correcta gestión, es posible optimizar tus derechos como contribuyente.